Cine en las Arribes del Duero

Cine en las Arribes del Duero
Doctor Zhivago, La Cabina, Del Pirineo al Duero...

Mapa de La Ribera del Duero en 1641, durante la invasión portuguesa

Cascada del Remolino. ARRIBES DEL DUERO

lunes, 1 de agosto de 2011

Aldeadávila: La Flor del olivo

La Torre-fortaleza de Aldeadávila entre guindales.



"Nuevo cura magnánimo", entrada de la comitiva en Saucelle de la Ribera, mayo de 1902.






















Aldeadávila desde muy antiguo, como Vilvestre, Masueco, Pereña, Corporario, Villarino, etc. ha reverenciado el cultivo del olivo.


El aceite de oliva es un alimento básico de la humanidad y como tal lo han tenido los árabes, que en esta tierra de las ARRIBES salmantinas se sintieron tan a gusto: realizaron bancales utilizando las piedra de granito, sacralizaron las fuentes, y utilizaron con generosidad los arroyos para regar sus huertos, nos dejaron hermosas leyendas, desde Pereña hasta Aldeadávila, pero donde parece que más se asentaron fue en Aldeadávila y el sur de Las Arribes.


Este cultivo del olivo fue muy rentable en los terrenos de las propias Arribes de esta localidad, donde ya el clima es mediterráneo, y fruto de ello nos han dejado su recuerdo en forma de grabado del que conservamos dos, en la puerta sur de la iglesia de Aldeadávila, aquí os muestro el grabado de la izquierda, en el que a pesar del paso de los siglos, se aprecia su belleza, en forma de FLOR CON CUATRO HOJAS, y el fruto en el medio, una gran labor... fruto probablemente de un artista venido de Ledesma en el siglo XIV.


La base del arco es original medieval, y en el siglo XVI, segunda mitad, fueron modificadas las dos columnas y el arco, probablemente por Lanestosa el viejo.


Hablando de la Edad Media, es sabido que en las puertas de las iglesias se celebraban las primeras reuniones aldeana, "el concilium" de los vecinos, cuando no había edificio para estass reuniones, en ellas se trataban temas de la agricultura, de la ganadería, se resolvían disputas vecinales, o se organizaban las defensas de la Torre cuando el pueblo se veía atacado, lo que pasó con relativa frecuencia, y para ello los vecinos escogieron en la Edad Media, aquel símbolo que sin duda más veneraban y del que dependían más económicamente: el OLIVO.


Panadería EL MOLINO, situada a la entrada de la Villa